domingo, 3 de junio de 2007

La algarroba

La algarroba es como el cerdo: se aprovecha toda. Se utiliza para el engorde de animales de granja en crudo, y puede tomarse como tentempié o como complemento energético en trabajos duros o en el deporte.



El fruto

La algarroba constituye un aporte calórico importante. Por su composición en glúcidos y su escasa cantidad de amioácidos, como alimento base resulta poco recomendable. No obstante, en épocas de miseria, constituyó un buen refuerzo para las dietas pobres en calorías. No aumentan el colesterol y contribuyen a disminuir sus cantidades en sangre.

Es laxante, contrariamente a la corteza y las hojas, que son astringentes.

Si vamos restreñidos, coceremos la algarroba, finamente troceada, en cantidades cercanas al cuarto de kilo, en un litro de agua, y después de filtrar por una manga de café o un paño, tomar la infusión resultante a tazas, cuantas precise el problema.

La corteza y las hojas

La corteza del árbol y las hojas constituyen un buen astringente, muy indicado en todo tipo de diarreas, dada su riqueza en taninos, que actúan sobre la musculatura de fibra lisa del aparato digestivo y reduce las contracciones.

Por poner un ejemplo, hubo una epidemia de disentería en Barcelona en el año 1939, cuando había una carencia casi total de medicamentos, y se utilizaron hojas y corteza de algarrobo para combatirla.

En las farmacias, antiguamente, se podía conseguir una harina astringente, denominada Arobon, a base de algarrobas, pero su uso ha decaído en beneficio de preparados comerciales más atractivos pero menos efectivos.

En caso de diarreas de cualquier origen, conviene tener a mano corteza de algarrobo y preparar una cocción con agua hasta que la cantidad empleada (1/2 l) reduza a la mitad. Pueden tomarse con miel 4-5 tazas diarias. Elimina la diarrea y evita la deshidratación. Si la diarrea persiste tras el primer día, volver a efectuar la misma operación el segundo día.

La corteza y las hojas pueden conseguirse todo el año a lo largo del litoral levantino y en muchos parques y jardines. Pueden conservarse muy bien en condiciones domésticas normales, y guardan sus propiedades durante mucho tiempo.

Contrariamente, el fruto y las semillas son laxantes, tal como he comentado anteriormente.

Semillas

Las semillas de la algarroba, llamadas antiguamente "quilates" se utilizaban para pesar joyas o medicamentes, ya que todas ellas son muy similares y pesan, con bastante exactitud, 1/5 g cada una, una vez secadas. De aquí precisamente viene la denominación "quilate" para evaluar el peso de las piedras preciosas, y más comunmente, de los diamantes.

Son laxantes, hasta el punto de que están incluídas en muchos preparados farmacéuticos.

Las semillas también son laxantes.

Molidas o machacadas en un mortero y mezcladas con agua, producen una sustancia espesa, muy parecida al mucílago de la hierba zaragota, con sus mismos efectos laxantes, que puede tomarse a cucharadas y es prcisamente el preparado base de los productos farmacéuticos laxantes a base de algarroba.

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